Aparecen manifestaciones internas que contribuyen y determinan el cambio y la armonía facial. Comprobamos histológicamente el adelgazamiento de la epidermis con aplanamiento de la unión dermoepidérmica, haciéndose más vulnerable a los traumas. Las alteraciones de la dermis se traducen en la disminución de las fibras elásticas y del colágeno acompañadas de modificaciones vasculares y linfáticas.
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Síntomas
de las manifestaciones internas
- Alteraciones del Ph de la piel, con menor resistencia a los ácidos y álcalis y su capacidad de neutralizar ácidos.
- Disminuye la proliferación de las células basales, y apoptosis de los queratinocitos.
- Disminuye la respuesta inmunitaria e inflamatoria.
- Las alteraciones de la red nerviosa dérmica aumentan el dintel de sensibilidad táctil, dolorosa, y térmica.
- Disminución de la grasa acumulada en los adipocitos que junto a la desorganización de las fibras se traduce en una atrofia del panículo adiposo que produce el descolgamiento.
- Disminución del volumen muscular con pérdida de tonicidad produciéndose una flacidez.
- El envejecimiento óseo consiste en una pérdida de masa ósea que en la mujer suele ser de un 25% y en el hombre de 12%.
En los ojos, donde el septum orbitario se desdibuja por la atrofia del músculo orbicular, pérdida de masa ósea y adelgazamiento de los tejidos blandos. El fallo estructural provoca que la grasa protuya sobre un pómulo ya ptósico dando una imagen de doble bolsa. Esta imagen de “ojeras”, empeora cuando existe un exceso de piel en los párpados y la ptosis del pómulo provoca un marcado surco naso geniano. Es frecuente encontrar una predisposición familiar.
En la frente, la pérdida de tensión en la piel produce una ptosis con descenso de las cejas sobre todo la cola que se suma a una alteración de la línea de implantación del pelo. Los músculos de la zona glabelar se debilitan. En individuos mayores con adelgazamiento de la piel y tejido celular subcutáneo se puede visualizar el esqueleto subyacente que es lo que se llama “orbitalización” con aumento del forum orbitario.
La pérdida de la grasa malar o de Bichat, hace que los pómulos atenúen su proyección. Se descuelga la piel y forman lo que llamamos el surco naso geniano. La gravedad conforma además el descolgamiento del carrillo formando el “doble mentón”. La nariz se alarga y la punta cae. La pérdida de grasa medio facial descuelga el reborde mandibular y acentúa los surcos de la comisura de la boca o Líneas de marioneta. La laxitud del cuello deja ver las bandas platismales y cambia el ángulo cérvico-mental.
El envejecimiento del labio superior consiste en una elongación y aplanamiento del mismo con disminución del bermellón y aparición de arrugas peribucales verticales profundas con aumento de la distancia entre la parte inferior de la nariz y el labio superior. El filtrum se desdibuja y el arco de cupido se vierte al interior de la boca.