Medicina estética y antienvejecimiento

La piel

La piel es el órgano más extenso de nuestro organismo. Posee múltiples funciones entre ellas:

 

  • Nos protege del medio externo
  • Percibimos el calor y el frío
  • Conecta nuestras sensaciones al cerebro
  • Regula la temperatura
  • Transforma los rayos de sol en vitamina D
  • Tiene una gran capacidad de regeneración
  • Proporciona una imagen social.

 

Estructuralmente

posee tres capas fundamentales

 

  • EpidermisLa más externa

La más externa. Posee queratinocitos, melanocitos que dan pigmentación a la piel además de otras células que intervienen en la inmunidad, sensación propioceptiva, etc.

  • Dermis Capa intermedia

Posee abundantes fibras de colágeno y elastina que proporcionan elasticidad y consistencia.

  • Tejido subcutáneo o Hipodermis La capa interna

Es tejido conjuntivo laxo y adiposo, ayuda en la regulación térmica y el movimiento. La hiperplasia adipocitaria conlleva a la obesidad, acúmulos grasos y celulitis.

 

En la mujer la disposición de la grasa a nivel del tejido subcutáneo es diferente a la del hombre. Los adipocitos se conglomeran en nódulos separados por septos perpendiculares a la dermis. La hiperplasia adipocitaria protuye hacia la dermis y forman la piel de naranja.

 

El color de la piel

Melatonina y Hemoglobina

 

El color de la piel depende de la capacidad defensiva que se tenga ante la exposición a los rayos ultravioleta. Esta capacidad viene marcada por la capacidad de producir melanina. No todas las personas poseen la misma respuesta. Por ello, distinguimos seis fototipos fundamentales llamados fototipos de Fitzpatrick.

El fototipo I corresponde a la piel blanca que siempre se quema y nunca se broncea hasta el Tipo IV en que la piel es negra.

Un segundo pigmento es la Hemoglobina. Da a la piel ese aspecto más o menos sonrosado.

 

Tipos de piel

Por su respuesta al medio ambiente y su tipo de secreciones

 

Esta clasificación constituye un pilar básico en la Medicina Estética.

El manto epicutaneo puede ser más graso o más hidratado, responder a agentes externos de diferente manera, broncearse de forma uniforme o no, tener poros más abierto o cerrados, estar más sonrosado o descamar. Aspectos todos ellos que influirán en el correcto tratamiento. Teniendo en cuenta esto, clasificaremos la piel en:

 

  • SecaNormal o alípica.

Por su emulsión hidrolipídica insuficiente, es una piel mate, con apenas definición de los poros. Descama y es áspera al tacto. Las finas arrugas aparecen a temprana edad.

  • GrasaNormal, ocluida y deshidratada

El manto hidrolipínico es de predominancia grasa. Suele ser una piel con cierto grado de granulación, brillante y con poros marcados.

  • NormalCon manto epicutáneo equilibrado

La piel posee una secreción equilibrada de agua y grasa. De tacto suave y color uniforme..